Mientras que para algunos equipos anotar un gol es prácticamente obligado, para algunos como San Marino es un milagro. Casi literal. Uno de los países más pequeños de Europa logró un hito histórico para su fútbol: marcar en la portería contraria. Lo hicieron ante Lituania, con quien acabaron perdiendo por un 2-1 que, no obstante, sabe como si hubieran conquistado el Mundial. Hacía 14 años, desde 2001, que San Marino no sabía lo que era celebrar un gol en partido oficial, y lo celebraron a lo grande.

El héroe sanmarinense, que ya ha entrado en los libros de historia, fue Mateo Vitaioli, que con un fuerte disparo de falta desde la frontal del área sorprendió al cancerbero Arlauskis.