El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, salvó dos bolas de partido y venció al suizo Roger Federer en una gran batalla, por 7-6 (5), 1-6, 7-6 (4), 4-6 y 13-12 (3), en la final más larga de la historia de Wimbledon, para ganar este torneo por quinta vez en su carrera, y sumar el segundo de esta categoría este año tras apuntarse el Abierto de Australia en enero.