En medio de la disputa del Mundial de Hungría, la Federación Internacional de Natación (FINA) se vio de nuevo sacudida ayer por un escándalo de corrupción en el que estaría implicado su vicepresidente, el kuwaití Husain Al Musallam.
La espera ya casi acaba, mientras que la ciudad meridional surcoreana de Gwangju está preparándose para celebrar, a partir de esta semana, el primer campeonato mundial de natación en Corea del Sur.