El paso de Rafael Márquez por la MLS es quizás uno de los momentos más oscuros de sus 20 años de carrera profesional.
Las expectativas que se generaron tras su costoso fichaje como Jugador Franquicia del New York Red Bulls en 2010 - con un contrato valorado en 4.5 millones de dólares-, fueron tan altas que enturbiaron los objetivos tanto del legendario jugador mexicano como de la franquicia neoyorquina - que ese mismo año fichó al astro francés Thierry Henry-, en llegar a la tan ansiada MLS Cup, máximo título del fútbol norteamericano.
La apuesta por la dirigencia parecía la más atinada: un defensa de clase mundial con una carrera laureada en uno de los clubes más exitosos del mundo, FC Barcelona, y el popularismo que él le brindaría a la franquicia entre la afición mexicana emulando el proyecto "Cuauhtémoc Blanco" con Chicago Fire.
No obstante, la operación Rafa Máquez y MLS falló por completo. El mexicano no encajó, no dejó un legado, no sedujo a la afición y tampoco se dejó seducir. El desamor fue mutuo, ya que además de la resistencia de los fans de la MLS, el mismo jugador expresó años después de su salida de los Red Bulls que se "arrepentía" de su paso por Estados Unidos al considerar su fútbol como "amateur".
¿El saldo? Un total de 50 partidos jugados (44 de temporada regular, seis de Playoffs) un gol y nueve asistencias además de lesiones, suspensiones y un cúmulo de momentos controversiales en sus dos años y medio con los Red Bulls.
